El club haciendo barrancos en la France

El fin de semana del 26-27 finalmente se pudo realizar la tan esperada salida de barrancos de julio, originalmente programada para el 16. Después de tanto suspense, se decidió ir a los barrancos en el valle de Ossau, en el lado francés de los Pirineos. Así que el sábado, al alba, los 14 valientes del grupo nos encaminamos hacia nuestro destino, más dormidos que despiertos.
La primera parada fue en Beost, donde se resolvieron los detalles para el descenso y se dejó un coche para la combinación de vehículos (porque, por supuesto, hacer barrancos que permitan combinación es la idea más brillante jamás concebida). Desde allí nos dirigimos a la cabecera del Canceigt, el primer barranco de la jornada. Un barranco muy estético y divertido, donde todos pudimos disfrutar del verdín pirenaico en forma de memorables resbalones.
Posteriormente, nos dirigimos a Laruns, donde, tras un breve picoteo, comenzamos el acceso al Gave De Bious. Durante el acceso, los integrantes demostraron sus conocimientos perfectos de la reseña del barranco y del uso del GPS, logrando llegar sin problemas a la cabecera de un barranco tan escondido que casi necesitábamos un mapa del tesoro. Un barranco sencillo, acuático y resbaladizo, con rápeles modestos, pero un largo tramo de descenso por el río que nos permitió exhibir nuestras habilidades para sortear piedras y demás obstáculos sin sufrir grandes daños (bueno, casi).
Tras una incursión en Huesca para pasar por chapa y pintura a nuestro compañero Dani, hicimos noche en el albergue del Pueyo de Jaca, donde disfrutamos del regalo de bienvenida que con mucho cariño nos dejaron en el tendedero (¡gracias por ese detallazo, la próxima vez dejen también una pista de quién fue!).
A la mañana siguiente, nos dirigimos de nuevo a Francia, esta vez para afrontar el Bitet superior. Un barranco poco explotado, no así su tramo inferior, barranco más técnico que los anteriores, donde los monitores (+lalos) tuvieron que sacar a relucir sus mejores habilidades para montar las instalaciones, nos recibió con un caudal medio que nos permitió disfrutar del descenso y de sus dificultades.
Tras un fin de semana muy completo, faltaba la guinda del pastel: nuestro chef Jordi nos recibió en Panticosa con una paella de entrecot recién hecha que hizo las delicias de todos los miembros del grupo.
Dar las gracias a todos los integrantes por un fin de semana tan completo (especialmente a los monitores por su paciencia infinita y a nuestro chef jordi) y desear una pronta recuperación a Dani.

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