Ferratas Espolon de la Virgen y Peñas Juntas
La salida ferratera por Guara, no sólo queda en el recorrido de dos vías ferratas, ya que, además, dedicamos buena parte de la jornada a la formación, reciclaje y recordatorio de prácticas con cuerdas.
Iniciamos la jornada desde el aparcamiento de Rodellar, para descender hacia el Mascún cruzando su cauce en varias ocasiones, con la mirada atrás para ver cuál será la zapatilla que pisará el agua. Por sorpresa, no será ninguna zapatilla, sino mi móvil que se pega un buceo de dos segundos en la Fuente de Mascún. Por fortuna, teléfono apagado y a la mochila sin protectores para que se seque lo antes posible, acabó en un susto sin mayores disgustos.
Nos equipamos y para adelante con la vía ferrata Espolón de la Virgen. Nos la almorzamos en media hora. Ferrata vertical, sin esperas y a la sombra toda la mañana. Todo lo bueno de la velocidad en la subida, lo destinamos a la tranquilidad en el descenso por el barranco de la Virgen. Nos lo tomamos con calma, con explicaciones de todo tipo por monitores de lujo y practicando maniobras diferentes en cada rapel. ¡Y el último rapel se rapela, aunque le pese a Chabi!
De nuevo en el río, retornamos a Rodellar, justo a la hora de la comida acompañada de una buena cerveza, según lo previsto. Después de comer, pereza y espantada general, la mayor parte para casa. Menos mal que Mari Cruz está por la labor de más y tira de un grupo de 5 para la ferrata de Peñas Juntas.
Desde Bierge cogemos la pista hasta el aparcamiento y con un calor asumible, iniciamos la ferrata. Tras el primer tramo vertical, nuevo buceo, esta vez no de un móvil, sino de las gafas de sol de Alberto. Se quedan dando vueltas en la poza bajo el primer puente tibetano y Miguel, que todavía no ha comenzado a subir, se pone en calzoncillos para bucear y recuperarlas. Más fresco que nadie, realiza la ferrata con una sucesión de puentes tibetanos muy entretenidos. Ferrata corta, pero con mayores esperas por tener que pasar de uno en uno en los puentes. La terminamos y con buen sabor de boca por las tres actividades realizadas en el día, regresamos para casa pensando en la siguiente actividad.